enero 08, 2007

7 pes

Buscábamos unos datos para terminar un trabajo cuando nos encontramos con unos consejos, que nos llamó la atención ¿ya? porque son "para alcanzar las metas".
Y si comenzamos el 2007 con un montón de metas, ¿ya?, qué mejor que un método para lograrlas.
Es como decir que no importa la meta, sino su cumplimiento, por lo tanto, los consejos nos sirven a todos, ¿ya?
Se llaman las 7 pes. El nombre se debe a que cada consejo comienza con la letra "P", y son 7 consejos: 7 pes. ¿Ya?
1.– Promesa: ¿Qué queremos? Esa es nuestra promesa ¿ya?
2.– Posible: No vamos a ponernos como meta comprar la próxima semana un BMW 250, ni tener en seis meses una cadena de restaurantes, ni cambiar de pololo(a) en marzo, ni hacerse amigo de Ricardo Lagos Escobar, ni bajar 6 kilos en 15 días ¿ya? ¡Aterricemos!, ¿ya? No weviemos ¿ya? Nuestra promesa debe ser realista, dentro de nuestras posibilidades físicas, económicas, sociales, intelectuales…
3.– Positivo: Tratemos de mirar lo positivo, ¿ya? No vas a desear que el vecino o el compañero de oficina se quiebre una pata, ¿ya?, ni digamos "no puedo", sino "trataré de hacer lo mejor", ¿cachai?
4.– Precisión: Tratemos de ser lo más precisos posibles, porque esto le da realismo a nuestra promesa. ¿Ya? No digamos "quiero otro trabajo", sino "cuál, por qué, cuándo, dónde y cómo" lo puedo lograr.
5.– Prontitud: Esa promesa que elegimos, que pueda ser alcanzable en el corto plazo ¿ya? Tratemos de hacer tangible la promesa, muy luego. ¿Ya?
6.– Práctico: Ser prácticos, y cada día "hacer" algo para lograr la promesa ¿cachai? Si necesitamos cambiar nuestra rutina, pues cambiémosla ¿ya?
7.– Persistencia: Cero flojera ¿ya? Mucho valor ¿ya? Mucho optimismo ¿ya? Mucha persistencia ¿ya? Seguro que lo vamos a lograr ¿ya? Continuemos con nuestras metas y cuando menos nos demos cuenta, ¡lo logramos! O como dijeron los que llegaron a la cima del Himalaya: ¡Coronamos!
¿Ya?

enero 03, 2007

Relaciones asimétricas

Ya saben que nosotros, Trauco, somos muy tímidos ¿ya? Pero tenemos una unión familiar que nos ayuda a sobrellevar esa deficiencia. ¿Ya?
El caso es que nuestro tío trauquín –así decimos de nuestros familiares, pero sin que ellos nos oigan ¿ya?– nos enseñó algo increíble.
Nos lo enseñó, mientras hablábamos ¿ya?
Mejor dicho, le aprendimos. ¿Ya?
El tío nos preguntó: ¿Cuántas veces ustedes dan sin esperar recibir?
–¿Cómo, tío?
–¡Lo que oyeron! ¿ya? –porque él, también es un poquitín mañoso–.
–¿La verdad, verdad?
–Sí, la verdad, verdad.
–Casi nunca, tío.
Y esperábamos un charchazo, pero el tío estaba de buena onda.
Entonces nos dijo: siempre estamos haciendo las cosas, esperando una compensación.
Siempre queremos relaciones simétricas, porque tenemos el cerebro cuadrado.
Siempre queremos recibir, porque somos egoístas.
¡Chuta!, retada filosófica ¿ya?
Pero nos quedamos pensando. ¿Podremos dar sin esperar recibir?
Hagámonos el propósito este año de dar, solamente.
Visitar a alguien enfermo, por ejemplo. Acompañar a alguien y devolvernos solos, por ejemplo.
Cosas chicas, ya, pero que dicen mucho.

enero 01, 2007

Para la resaca

Contra esa enfermedad que nos agobia después de las celebraciones, lo mejor es un Bloody Mary bien frío. ¿Ya?
BloGalaxia