noviembre 07, 2006

Etiquetas obesas


Estamos contentos, aunque no muy entusiasmados, con aquello de que el Ministerio de Salud lance esa campaña en la que obliga a los productores de alimentos envasados, a poner un etiqueta con el contenido de energía, grasa y calorías de cada producto, en una demostrada preocupación por nuestra obesidad.
Nosotros nos consideramos, simplemente, unos gorditos simpaticones.
El ministerio sin embargo nos amenaza con que la grasita es como un palo en la rueda del corazón, y también se vuelve una costa en las arterias, y un día, ¡zas!, queda uno en la otra orilla: en la orilla de la parca.
Esto es verdad.
Y admitamos que además la persona obesa se cansa, porque fuerza los huesos y los músculos. Los demás, a su turno, pueden no verlo, estéticamente, atractivo.
Pero dígannos, ¿qué hacemos con ese pastel, esa costilla de chancho, ese choripán, esas papitas fritas?
Dígannos, sinceramente, ¿qué hacemos con todo eso?, con la cremita chantilly, la mermelada de damasco… ¿Ah?
Además, se nos ocurre pensar que el ministerio de Salud partió de la base de que la gente va a leer todas esas etiquetas. Y, mucho más optimista, de que sabrá cuál es la medida que le hace bien, y la que le hace mal.
¿Tú crees?
Nosotros, a nuestro turno, suponemos que la gente no sabe eso. La gente no sabe que al día no puede consumir más de tantas calorías, de acuerdo con el peso, la edad, la estatura y el propio consumo de calorías al día, por ejemplo.
Y si no se sabe cuántas son las calorías que se deben consumir al día, ¿para que le sirve a la gente que le digan cuántas calorías tiene el alimento envasado?
Nosotros creemos que no se cogió la culebra por la cabeza.

4 Comments:

Anonymous Anónimo dijo...

Yo creo que está muy bién que se informe al consumidor lo mas posible. Que sirva de algo, ya depende. En España poner en la cajetilla de cigarrillos que "el tabaco mata"no creo que haya servido de mucho.
El comer lo justo ó mas de la cuenta es asunto de libertad individual. Cada uno que asuma su responsabilidad

3:13 p. m.  
Blogger Sofia dijo...

Hola.
Ahhh, por supuesto esto es una medida, que como la mayoría, apunta a los síntomas y no a las causas. Pero bueno, por algo se parte, y si bien no hay mucha "cultura alimenticia", por lo menos sirve para aumentar la transparencia sobre las cosas que comemos.

Saludos, de ahí les cuento qué tal ese Saramago y ese Finney.

8:45 p. m.  
Blogger Maga dijo...

Sirve para los que si saben contar, cuántas deben consumir y qué productos comprar.

Sirve para que el que no sabe, al ver la etiqueta,pregunte.

Ahora..qué hacer con el pastel de choclo, las humitas, los kuchen de manzanas sureños y los empolvados...???? Ufff, ni idea. Supongo que con etiqueta o no, tales manjares terminarán igualmente en nuestras, ahora, ilustradas pancitas.

Night night y gracias por tu mensaje (F)

11:09 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Aquí también se prohibió fumar y muchos restaurantes y mall han llevado al pie de la letra la Ley, aunque creemos que no hay menos fumadores. Por nosotros, compartimos enteramente lo que dices, Carlos. Pero tratándose de un asunto de políticas públicas creemos que debe haber un planeamiento y un cronograma.

Eso es lo que necesitamos, Sofía, transparencia. Por este lado, nos parece bien, pero lo malo es que la obesidad se está volviendo un problema nacional.

Consideramos que tú, Maga, nos has entendido perfectamente: ¿qué hacer con el pastel de choclo, las humitas, los kuchen de manzanas sureños y los empolvados...? ¿Ah? El problema es que por esos manjares nos pusimos así, gorditos; porque chicos y mañosos siempre hemos sido.

12:17 p. m.  

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