Epidemia de sueño

El dicho dice: "Mal de muchos, consuelo de tontos". Es desagradable aceptarlo, pero creo que estamos acercándonos a eso.
Nos referimos a este sueño con que andamos. Creíamos que era solamente nuestro.
Pero descubrimos chiquillos, jóvenes y jóvenas, adultos jóvenes y adultos de verdad, padeciendo de lo mismo.
Lo descubrimos porque creímos que estábamos enfermos. ¡Chuta!, y nos pusimos a averiguar.
¿Con qué nos hallamos? ¡Con que hay una epidemia de sueño!
Sí, chiquillos y chiquillas. Tal como lo oyen:
–E–pi–de–mi–a... ¿ya?
Casi no terminamos de escribir este post, porque ya tenemos perecilla… y sueñecillo..., hoy… dominguillo.
Nosotros creemos que algo tiene que ver la proximidad del verano.
Porque los días se están volviendo muy laaargos, con crepúsculos por allá, a las 9:00 p.m., y entonces creemos que esta situación despelota nuestros organismos y nuestras funciones vitales, como el sueño.
¿Qué crees tú que sean estas permanentes ganas de dormir?
Mira: el cerebro, las endorfinas, las extensiones nerviosas, la conexión entre las dendritas y el hipotálamo, los eritrocitos y las plaquetas… ¡todo está poniéndose patas arriba, con taaantas horas de luz!
Si en algún momento, el calorcillo y los días más largos, nos parecieron agradables, ahora nos preocupan, porque estamos cayendo en eeesta modorrilla, eeestas ganillas de regaloneo, eeesta perecilla, esta flojeriiilla… este sueñeciiillo. ¿Ya?